Usuario: Mikel C.G Siw
Fecha de publicación: 22.04.2009
A pesar de que un atormentado superhéroe y el hechizo de un psicópata con dotes de procacidad, maquillaje sucio y poses anárquicas, le arrebataran a WALL-E un verano que parecía suyo, es un hecho que esta joya es, junto con THE DARK KNIGHT, la mejor película de la temporada. En este nuevo poema visual que supone el último relato de la Pixar, resulta imposible detenerse a recapacitar sobre todos los sentimientos que nos produce. Una Obra Maestra, claro que sí, por su ambiciosa narrativa y puesta en escena, por su montaje y el lirismo de sus pasajes…Pues son muchos, muchísimos, los elementos que se conjugan para ofrecernos un cuento inolvidable, y que por supuesto, marca un nuevo techo en lo que a filmes de animación digital se refiere. Costará superarla… No obstante, creo que el tema de debate, en esta ocasión, se centra más en la, según algunos, dudosa forma de componer del señor Newman, y no en aras de mancillar las cualidades superlativas del film. Es cierto que, quizás, Giacchino (por citar el único compositor que ha musicado obras de la Pixar, amen, claro está, del pariente de Thomas, Randy Newman) hubiera ofrecido algo más intenso y desafiante, y digámoslo también, más vivaz. Y que conste que no por eso estoy criticando el score de Thomas Newman, que de hecho me parece una pieza más que notable. Y es que, ciertamente, su estilo logra conectar con la agudeza visual y el sosiego dramático con que transcurre tan bella fábula. Algo, que no hubiera tenido tan seguro en Ratatouille, en donde, está claro que Michael Giacchino ofreció algo antológico e irrepetible; lleno de fuerza y un dinamismo capaz de absorber nuestros sentidos hasta el paroxismo más apasionado. Newman, en cambió, no se “moja” demasiado y cumple con elegante solvencia. Amor, épica, intriga, romance…Todo tiene cabida en el score de Newman. Desde luego, no es una banda sonora revolucionaria, pero tampoco parece pretenderlo. Para mí está claro; aquellos que llevan varios años considerando estancado el talento de este compositor, no encontraran en WALL-E sino una obvia decepción. Para el resto, en donde yo me incluido, este score se convertirá con el tiempo en un pequeño clásico dentro de la interesantísima filmografía de su autor. Una banda sonora agradable. No es, ni de lejos, la mejor del año (en ese aspecto me parece que HORTON, BOLT o KUNG FU PANDA superan a la referencia ampliamente) pero es un trabajo muy disfrutable. A tener en cuenta.