En verano de 1967, un grupo de adolescentes viven la tragedia de ver cómo uno de los suyos desaparece en un accidente en un túnel, sin que nunca se recupere su cuerpo. Veinte años después, reaparece y estalla un conflicto.
Partitura de bellas y pausadas melodías que acondicionan la película con un aire muy nostálgico y evocativo, realizada con pocos instrumentos (guitarra, trompeta, corneta, piano, teclados y con la voz soprano de Elzbieta Towarnicka).