Versión musical de Romeo y Julieta ambientado en los barrios marginales de Nueva York, con la historia de dos enamorados que pertenecen a distintas etnias: los portorriqueños y los nativos.
Es inevitable hacer una comparación de este filme con el de 1961, pero es difícil hacer una comparación de lo estrictamente musical, pues la música de origen, la de Leonard Bernstein, es una absoluta maravilla, estupendamente bien cantada en ambos filmes (quizás algo mejor en la de 1961 por la presencia de Marni Nixon dando voz a Natalie Wood, aunque tiene mucho mérito que la protagonista del filme de Spielberg cante sus canciones)
Bernstein no quedó contento con los arreglos que hicieron el cuarteto (ganador del Oscar) formado por Chaplin, Green, Ramin y Kostal, y es imposible saber cómo reaccionaría con lo hecho por David Newman y por Gustavo Dudamel al frente de la orquesta, pero a quien esto escribe le parece absolutamente exquisito. Hay cambios en las canciones con respecto a la versión ganadora de 11 Oscar, movimiento de lugar donde se interepretan y canciones que no habían aparecido: estas son, quizás, las menos relevantes.
Es probable que la nueva grabación de las músicas y canciones tenga en sí menos interés que el de la nueva película donde esas músicas y canciones cobran nueva vida, y el filme de Spielberg es tan espléndido que hace que haya valido la pena.