Álbum que recoge la música de dos documentales. Se trata de una muy cuidada fusión entre música sinfónica occidental (a cargo de Peterson) y música de Oriente Medio, en la que Racy utiliza instrumentos como la kawala (flauta egipcia), el nay (flauta árabe), el bowed-tanbur o el buzuq (instrumentos de cuerda turco y árabe, respectivamente), etc. Ambos mantienen un ajustado equilibrio, aunque la parte étnica está más en primera línea, en tanto que Peterson apoya, con enorme respeto, la creación de su colega. Es una creación íntima y austera, que no busca la exaltación melódica o folklórica y que tiene un tono evocador y contemplativo muy adecuado, con momentos de poética belleza.