Durante la Segunda Guerra Mundial un barco cargado de whisky naufraga en una isla de Escocia. Los isleños, que no han podido beber alcohol desde hace tiempo, empiezan a idear toda clase de estratagemas para burlar a las autoridades y apoderarse del cargamento.
Banda sonora de comedia en la que el compositor escocés se devociona a la música de su tierra. Es una creación con abundantes temas dinámicos y líricos, bellos, que ensalzan el amor por Escocia y sus gentes, y que sirven para generar empatía y simpatía por los personajes. Pero en su conjunto le falta estructura y solidez narrativa. No va más allá del énfasis y la ambientación y acaba por ser una sucesión de temas agradables, algo saturada, muy dispersa y deficiente especialmente en sus propósitos humorísticos, por la falta de un tema principal destacado y de referencias explicativas.