Secuela de The Wild Geese (78), en la que un grupo de mercenarios tienen por misión sacar a Rudolf Hess de su prisión berlinesa.
El compositor mantiene la linea enfática y de acción del anterior título en una partitura con notable tema principal, del que se saca buen provecho, y variedad temaria aplicada tanto para lo ambiental como para la acción y lo dramático. Tiene un cariz añejo, incluso para su época, que retrotrae a las músicas del género de los años setenta. Es muy agradable.