Una joven que ha pasdo toda su infancia encerrada en un desván, bajo el cuidado de un misterioso hombre, intenta comenzar una nueva vida, pero las pesadillas sobre unos monstruos comeniños llamados "Wildlings" interrumpen la posibilidad de una vida normal.
El compositor aplica una creación que desarrolla entre lo dramático y lo terrorífico, en ámbitos que en ocasiones fusiona. Hay un tono general de tristeza, de aflicción, pero también otro de esperanza e ilusión, ambos con cierto colorido en la música. En contraste, aquellas que son aplicadas para el entorno de pesadilla, son oscuras y siniestras. En su conjunto es una banda sonora elaborada, conservadora y convencional, pero eficiente.