Un niño huérfano británico, entusiasta del fútbol, recorre toda Europa para llegar a Estambul y poder presenciar la Liga de Campeones, en 2005.
Partitura en la que ambos compositores desarrollan una música con cierto tono místico, quizás algo exagerado para el tipo de película, pero que resulta elegante y bello, particularmente en su tema principal. Lo más destacado, sin embargo, es la delicadeza de sus melodías que, aplicadas sobre el protagonista, le resaltan en su inocencia y fragilidad. También son notables los momentos corales, que aportan cierta trascendencia. Se adaptan algunos temas pre-existentes.