Segunda temporada de la serie televisiva sobre un cazador de monstruos mutante que viaja en pos de su destino por un mundo turbulento en el que, a menudo, los humanos son peores que las bestias.
Reseña de Manuel Báez:
Esta segunda temporada retoma las aventuras de Geralt estrenando compositor, una decisión que, a tenor de los resultados, no parece en modo alguna justificada: si en la primera temporada la banda sonora no fue un apartado destacado, en esta continuación solo se salva la música incidental, sin llegar tampoco a igualar a su predecesora. Trapanese firma un trabajo poco reseñable en el aspecto narrativo (casi inexistente, salvo algunos intentos de despegar con el personaje de Yennefer) y la utilización del tema de Geralt, si es que se puede llamar así, se antoja arbitraria en demasiadas ocasiones, apareciendo como sinónimo de acción y no del personaje. Pero, más allá del desacierto narrativo, tampoco logra introducir al espectador en el mundo mitológico ni en esa mezcla de fantasía y terror que ha intentado conseguir Netflix: la música es predecible y no aporta en lo emocional, muchas veces diluye el terror más que acrecentarlo; la música vertiginosa carece de movimiento y los momentos más íntimos no ven aumentada su intensidad con la partitura. En definitiva será Jaskier, una vez más, el que tratará de salvar la honra musical del lobo blanco, aunque esta vez nadie echará monedas al brujo.