“The Witcher” es una saga de videojuegos que ha contado en general con unas bandas sonoras muy notables, originales e interesantes, especialmente en la tercera entrega y sus expansiones. En esta primera parte, compuesta por los compositores polacos Adam Skorupa y Pawel Blaszczak, a pesar de que buena parte de la música estuvo realizada con orquesta virtual, los compositores lograron recrear de un modo muy original, y con cierta riqueza y elaboración en lo melódico, todo ese mundo de fantasía medieval. Crearon un tema central muy lírico y carismático para el protagonista, que se utilizó como principal referencia para los momentos donde la música sí formaba parte de la narración de la historia.

Por otro lado, la parte ambiental se estructuró en diferentes secciones. Destaca principalmente la parte descriptiva y de recreación de entornos porque fue muy variada gracias a la inclusión de instrumentos tradicionales de los países eslavos (aunque también celtas), o al uso de coros y voces solistas masculinas y femeninas, consiguiendo así en la música ese carácter tan medieval y místico, con algunos momentos líricos muy bucólicos y sumamente bellos. También destacó cierto tono de misterio y oscuridad, quizá no tan interesante musicalmente pues estaba realizado fundamentalmente con electrónica, de un modo más funcional.

El apartado de la acción destacó más por la violencia y el frenetismo de sus temas que por lo épico, que en todo caso también tuvo cabida para conseguir un tono moderadamente legendario, pero quizá quedando ese aspecto en un plano más secundario pues la intención de la música y del propio juego siempre fue conseguir una recreación más realista y directa de los combates, resaltando esos elementos medievales de violencia y oscuridad sobre los de majestuosidad o épica, que en todo caso ambos logran convivir perfectamente a lo largo de la obra.

En conclusión es una banda sonora que en algunos momentos, por su funcionalidad y escasez de medios, quizá no ha envejecido del todo bien, pero en otros momentos se conserva fantásticamente pues sigue más que patente su originalidad, belleza y frescura, siendo una primera entrega que a nivel de producción musical ha sido superada por su última secuela pero que sentó unas bases estilísticas muy sólidas como origen de una saga. Bastante desconocida, pero es una notable y muy recomendable banda sonora de videojuegos.