Adaptación cinematográfica de la novela de Joan Aiken ambientada en una Inglaterra de ensueño, donde una niña entra en contacto con lobos.
Evocadora partitura de bellas melodías, que retratan un entorno idílico y bucólico, con música sinfónica. Junto a esta, temas de acción percusivos, intensos, ocasionalmente amenazantes. El compositor aplica también un delicado piano que aporta fragilidad y música celta.