Videojuego de rol multijugador masivo, secuela de World of Warcraft: Wrath of the Lich King (08).
Reseña de Ignacio Marqués Cuadra
Muy notable cuarta entrega, una de las más destacables de toda la saga, que volvió a ser un importante paso adelante respecto a los anteriores capítulos. El alcance épico se potenció y desarrolló muchísimo, gracias a una música sinfónica aún más bombástica y grandilocuente, de enorme poder, con espectaculares momentos corales o majestuosas y triunfales fanfarrias. El apartado ambiental también se reforzó considerablemente, con una música lírica bellísima y muy evocadora para los entornos fantásticos y mágicos, nuevamente con un muy destacado empleo de lo vocal o los instrumentos solistas. Esta banda sonora destaca singularmente entre las anteriores de la saga tanto por su magnitud y elaboración como por su tono apremiante y misterioso con un muy interesante contraste entre las músicas delicadas (la de los bellos entornos) y las poderosas (las de la guerra y la destrucción). A destacar también la impactante y volcánica obertura que inicia la obra de una forma muy espectacular, cataclísmica.