Cuarta entrega de Yip Man (08), en la que el maestro de Kung Fu viaja a Estados Unidos, donde uno de sus estudiantes ha molestado a la comunidad de artes marciales al abrir una escuela de Wing Chun.
El compositor mantiene la línea estética de las anteriores entregas, con enérgica música para la acción y bello tono evocador y mistico para el ambiente, y con inserciones dramáticas.