Un samurái al servicio de un importante político asesinado emprende un camino para vengar a los perpetradores del homicidio, y pasará trece años buscándolos, pero con el tiempo todos irán muriendo, excepto uno.
A pesar que el filme trata sobre el empeño en una venganza, que implica muerte y crimen, resentimiento y odio, ninguno de estos conceptos están expresados en esta poderosa creación lírica que el compositor aplica como un camino hacia la salvación y redención del personaje, haciéndola evolucionar a medida que avanza hacia su destino. La carretera de este trayecto es un apabullante tema principal, hermoso y elegante, que va transformado y en el que incorpora varios elementos (algunos melancólicos, otros esperanzados, también vitalistas y determinados) que llevan a un final resolutorio y categórico, de exquisita belleza.