Bandersnatch, el primer episodio de la nueva temporada de Black Mirrow, es una película interactiva en la que el televidente tiene la opción de tomar decisiones que afectan la trama y que dan lugar a finales distintos. Entre las opciones a elegir figura qué música va a sonar como parte de la banda sonora. ¿Existirá en un futuro la opción de poder ver una película siendo el espectador el que decida la música? ¿Qué sucedería si el espectador pudiese elegir la banda sonora o si los algoritmos basados en los gustos personales la eligieran específicamente para ese espectador? Las dos veces que el episodio de Black Mirror ofrece la opción de elegir qué música va a escuchar el protagonista sirven también para deteminar la música que, ya en forma incidental, acompañará la siguiente escena. Pero la decición es dramática y narrativamente irrelevante: su impacto es simplemente estético.
En muchos videojuegos donde el jugador ha de tomar constantes elecciones, la música cambia en función de esas elecciones: si entra en una habitación se lanza esta música; si por el contrario prefiere bajar por el sótano, sonará aquella y generará otro ambiente. Aún así la música está supeditada a la narración, y no al revés: el jugador elige la acción, no la música que ha de sonar. Una propuesta como la que se ha planteado en Black Mirror podría funcionar si imita el modo operativo de un videojuego: que el espectador elija si el protagonista entra en la habitación o baja por el sótano, y entonces la música iría pautando dramática pero también narrativamente la acción. Sería seguramente algo inviable, por lo carísimo (el episodio Bandersnatch tiene una duración total de cinco horas) y es posible que a medio plazo resultase poco interesante.
En principio, el hecho que el espectador pueda elegir qué música ha de aparecer difícilmente irá más allá de una repercusión estética. Pero podría suceder que fuera más allá, tanto con canciones conocidas como también con músicas no conocidas (por ejemplo, elegir música de misterio o música dramática y según lo que se elija narrar una u otra acción) Pero sería económicamente inasumible y finalmente el elige qué película quieres a través de la música sería un experimento de recorrido muy corto: no sería de interés para la audiencia ni de utilidad.
Pero hay un supuesto donde sí podría ser de interés y de utilidad: que sirviera para el aprendizaje y la formación, para aprender a construir un discurso narrativo con la música o a entender su gran relevancia en el cine. Sería muy complejo, pero no excesivamente caro de hacer, más allá del coste de rodar la película y grabar con la orquesta (por supuesto) la banda sonora y algunas variaciones de sus temas principal y centrales. Imaginemos, por ejemplo, que lo que se ofrece es crear la banda sonora de Gladiator (00) o de Jurassic Park (93), e imaginemos que no se conoce su ubicación real. El espectador debería ir tomando decisiones sobre qué música debe sonar en cada momento, y según la opción escogida hacerle ver su acierto o el error por ilógico de su decisión. Por ejemplo: ¿qué sentido tiene que suene el tema de Máximo cuando lo que sucede es que los personajes están hablando de Cómodo? o ¿qué sucede si en la escena final suena en su esplendor el tema del parque Jurásico y qué sucede si lo que se pone es el tema de (la fascinación por) los dinosaurios? En otras palabras, ¿cuál es la lógica en las decisiones musicales?
Cito ambas películas porque están comentadas en sendos vídeos de Lecciones de Música de Cine, donde se demuestra que son músicas narrativas. Pero hay una película que siempre recomiendo a quienes quieren formarse: The Narrow Margin (52), un filme de serie B donde no hay una sola nota de música: diálogos y sonido, pero nada de música. Tiene de todo: misterio, acción, romance y drama. Los títulos de crédito muestran la llegada de un tren a una estación, de noche. ¿Lo acompañanos con un tema inicial ténebre, siniestro? ¿Suena un vibrante tema de acción? ¿Quizás una melodía romántica? ¿Qué película queremos explicar desde la música? El espectador podría decidir, pero eso le obligaría a ser consecuente en las próximas decisiones para hacer lógica y narrativa la música en la película. Sería interesante saber cómo podría funcionar y, sobre todo, en qué podría ayudar.