Continuamos repasando y comentando el curso Danny Elfman Teaches Music for Film, impartido desde la web MasterClass por el compositor norteamericano.
6.- Escucha en tiempo real: Un plan sencillo (Real-Time Listening: A Simple Plan) Duración: 3:56
Este capítulo lo dedica Danny Elfman a comentar el tema principal de A Simple Plan (98):
Quería tomar algo que fuera amable y sencillo para estropearlo. Es una historia donde todo va mal (...) alguien encuentra un maletín lleno de dinero en un accidente aéreo y todo va a ir de mal en peor (...) Tenía una melodía muy sencilla y quería encontrar una manera de hacerla incómoda. Empecé a explorar instrumentos y lo primero que encontré fue un viejo banjo desafinado, pero lo que me interesó más fue ir al piano, también desafinado.
Elfman pone en tema principal (adjuntado aquí) y va comentando la entrada del piano, del banjo, del leitmotif y de la melodía que, afirma, debería ser dulce pero buscaba que no lo fuera, e incluso con una conexión con Jerry Goldsmith (en 1:26) El patrón rítmico y persistente va a la contra de la melodía y así deja la impresión de que algo va mal.
7.- Instrumentación (Instrumentation) Duración: 14:15
Elfman comienza este capítulo diciendo que colecciona marimbas e instrumentos de percusión. Muestra una enorme marimba que se hizo construir expresamente, y comenta que no es percusionista de marimbas, que es incapaz de tocarlas como un profesional, pero le ayudan a encontrar ideas y experimentar con ritmos. Con ellas, dice, solo hago ruido.
Comenta que a veces comienza con un piano, aunque finalmente no vaya a estar en la partitura, y otras con cuerdas: Momento a momento, lo que siento en mi cabeza es la primera cosa que quiero escuchar, y puede ser cualquier cosa de un piano preparado a un sintetizador, una orquesta o solo un piano.
Dado que sus raíces musicales son de instrumentos de percusión de madera y metal, durante su vida ha creado muchos nuevos instrumentos a partir de cosas que ha encontrado en las tiendas y que ha incorporado a instrumentos existentes. Eso, claro, dificulta mucho el que sean tocados junto a la orquesta en una grabación pues hace perder mucho tiempo y sobre todo mucho dinero. Así que, comenta, hay dos maneras de hacerlo: o pregrabarlos o samplearlos, lo que permite jugar con muchas posibilidades. Ambos sistemas, afirma Elfman, son óptimos.
Veo el ámbito virtual frente al orquestal como las dos manos de un mismo cuerpo. Hay cosas que puedes hacer virtualmente y no con instrumentos reales y otras que una orquesta puede hacer pero no virtualmente. Sabemos qué bandas sonoras de los ochenta pretendieron sonar orquestalmente con sintetizadores. Es basura. Pero hay muchas grandes cosas que se pueden hacer con música virtual y que la orquesta nunca podría hacer.
Habla de tonalidades, de ritmos, de efectos y de otras cosas que no pueden ser creadas de otro modo Lo que importa, insiste, es el destino final. Y a veces sucede -prosigue- que virtual y real funcionan juntas y en otras por separado.
Explica que hace uso de diferentes librerías, especialmente cuando prepara las demos, confiando siempre que cada una de las cosas que hace desaparezcan al final y sean reemplazadas por orquesta real.
Ocasionalmente hay algunas muestras virtuales que conservo porque quizás las necesite en la mezcla final, particularmente los pizzicato. Las muestras virtuales que funcionan mejor son las cuerdas cortas y los pizzicato (...) las peores son las cuerdas largas, suenan fatal sea quien sea el que las haya hecho, porque no tienen vibrato ni variación. Lo mismo con los vientos de madera, ninguna muestra virtual puede reemplazarlos. Quizás una nota, pero poco más porque se pierde la riqueza.