Miklós Rózsa (1907-1995) fue el colosal compositor de un centenar de bandas sonoras, muchas fundamentales: El ladrón de Bagdad (1940) Recuerda (1945) El loco de pelo rojo (1956) Ben-Hur (1959) o El Cid (1960) son solo unas cuantas de las obras maestras que le reportaron 3 Oscar, 14 nominaciones y un sitio de honor entre los cineastas más grandes del Séptimo Arte. Porque Rózsa, como tantos otros, no solo ponia música a las películas sino que hacía cine con ella: el cautivador poder emotivo de sus melodías, la fortaleza dramática de sus temas y sobre todo su capacidad narrativa lograron que en los films donde él intervino, todo fuese mucho mejor. Este espléndido estudio firmado por Joan Bosch desmenuza su imponente legado y repasa con detalle la vida, obra, origen y consecuencias de sus creaciones. Por su rigor, amena redacción y el alto interés de su contenido -que incluye interesantes declaraciones del compositor húngaro- es un libro de absoluta referencia y el tributo en castellano que Rózsa merecía (Conrado Xalabarder. Revista Fotogramas. Noviembre 2020)
Los que nos dedicamos a la difusión de la música de cine debemos aprovechar cualquier medio y plataforma a nuestro alcance para llevar al mayor número posible de personas el conocimiento adquirido propio y también el ajeno sobre cualquiera de las vertientes de este arte: la biográfica, la musicológica, la histórica y por encima de todas ellas la cinematográfica. Miklós Rózsa. Fiel a sus raíces (Saimel, 2021) es una obra monumental y maestra que Joan Bosch Hugas -ocasional colaborador en MundoBSO- ha escrito con sabiduría y que por fin ve la luz: esa reseña en Fotogramas debía haber coincidido con el lanzamiento, lo que le hubiera colocado en la cresta de la ola, pero por razones diversas la marea ha tardado un par de meses en hacer llegar a buen puerto este tesoro. Una oportunidad de estupenda promoción desaprovechada, pero habrá que poner más énfasis en dar a conocer su existencia. Excelsamente editado por Saimel, a su responsable Juan Ángel Sáiz hay que felicitarle y aplaudir la valentía asumida en tiempos tan complicados y agradecerle el cuidado puesto en este un libro de muy elegante formato.
Ya había otro libro en castellano sobre Miklós Rózsa (Miklós Rózsa: una vida, dos pasiones) pero su calamitosa falta de rigor, pésima biografía, el desinterés del autor en molestarse siquiera en revisar bastantes de las películas limitándose a contar lo que imaginaba que pasaba corte a corte en un CD, y meteduras de pata garrafales (como por ejemplo -y es solo un ejemplo- desconocer que waltz es vals en castellano...) lo han llevado justamente al olvido. Rózsa merecía una reparación con un estudio en profundidad desde el respeto y la erudición y eso es exactamente lo que ofrece Joan Bosch en esta obra fundamental en la bibliografía sobre compositores de cine, en cualquier idioma.
Poco debería decirse sobre lo esencial que es Miklós Rózsa en la Historia del Cine y sobre su relevancia en la música del Siglo XX, pero pertenece a una generación irrepetible de compositores cuyos legados se van difuminando en las nuevas generaciones. Algunos (Victor Young, Franz Waxman...) son prácticamente desconocidos para un buen porcentaje de las personas jóvenes aficionadas a la música de cine y también compositores como Rózsa, y no es el único, corren cierto peligro de extinción, si bien en su caso la fortaleza de algunos de sus filmes inmortales asegura que se le conozca aunque sea en sus mínimos.
Joan Bosch disecciona la vida y obra del compositor húngaro con una estructura ordenada y fácilmente accesible que permite la lectura para el entretenimiento y también la que busca el conocimiento: no hay desperdicio alguno en sus más de 500 páginas y por el contrario es abrumadora la cantidad de referencias, citas, declaraciones e informaciones de todo tipo que aporta en sus distintos apartados. Asimismo, las consideraciones personales que hace el autor sobre el uso de la música en las películas están suficientemente razonadas y por ello -se concuerde o se discrepe con ellas- forman parte legítima y de referencia obligada del inmenso Océano del conocimiento sobre la música en el cine.
No es un libro de musicología, aunque hay expuestos fragmentos de partituras y consideraciones diversas, sino que ante todo es un libro de cinematografía, donde lo más relevante (¡Aleluya!) es lo que sucede dentro de los filmes, el cómo las músicas se posicionan, edifican, qué construyen y cómo afectan, en la dramaturgia y en la narración, sin descuidar explicaciones de los procesos creativos y circunstancias de los momentos en que se hicieron las películas. Y siendo obvio que hay películas mayúsculas y películas minúsculas en la filmografía de Rózsa, la peor de ellas está tratada con rigor y respeto. Con un 10 en lo biográfico, un 10 en lo histórico y un 9 en lo cinematográfico sale de nota un libro supremo.
Y porque es realmente una obra que Miklós Rózsa agradecería con mucha emoción, no puedo sino recomendar su adquisición. Leyéndolo, se escuchan mejor sus músicas y se ven más claramente sus películas. Fundamental.
Nuestra puntuación: 9,9/10