Una banda sonora estructurada temáticamente se conforma de temas emplazados en distintas partes, aplicados con propósitos concretos y que cohabitan con repeticiones, variaciones, transformaciones o con otros temas diferentes, pero en la que esos distintos temas tienen desigual importancia y funciones diferentes que cumplimentar. Si una banda sonora nace para satisfacer la necesidades generales de la película, el tema musical atiende a las necesidades concretas: un personaje, una idea, un sentimiento o, en definitiva, cualquier elemento que pueda ser individualizado y resaltado musicalmente. Lo importante es entender la partitura como un todo englobador y el temario como su división en niveles jerárquicos, ya sea por su importancia cuantitativa (un tema más frecuente que otro), dramática o narrativa (cuando su uso es más necesario que los demás) por todas o por cuestiones de poder. Pero no por ser más veces repetido un tema es más importante, sino que lo es por tener mayor peso dramático y/o narrativo en el guion musical.
Salvo que la banda sonora sea monotemática, los temas que conforman una banda sonora estructurada se agrupan en estas categorías: tema inicial, tema final, tema principal, tema central, tema secundario y subtema, y en algunos casos pueden ser los mismos (es decir, un tema inicial ser también final y central, por ejemplo) o varios (más de un tema central o más de un tema secundario) Además de estos, los temas pueden coexistir con motivos o fragmentos. Los cometidos de estas categorías son diversos, de tal manera que coexisten sin problemas temas de enorme importancia dramática o narrativa con otros que sean de utilidad circunstancial. Y para que todo el tejido musical –en ocasiones complejo– esté bien entrelazado y pueda derivar en la mayor utilidad posible, es fundamental saber hacer una precisa coordinacion entre todos los temas, englobados dentro de lo que llamo La pirámide del poder, que establece las relaciones jerárquicas y de poder entre los distintos temas.
Cada una de las categorías ya ha tenido su artículo en MundoBSO (se puede acceder en los enlaces), y a continuación hacemos un breve resumen de cada uno de ellos:
Es un tema central (TC), pero de entre los temas centrales es el más importante. Solo excepcionalmente puede haber más de uno.
¿Qué convierte a un tema en el principal? No la mayor cantidad de veces que es empleado (puede suceder que un tema central se aplique más veces que el principal) ni su mayor grado de aceptación entre el público. Lo que determina el carácter de principal es el poder dramático o narrativo que tiene en el conjunto de la banda sonora, su mayor cometido en el guion musical, el que sea el eje sobre el que los demás temas se mueven
Es pieza clave y prácticamente imprescindible para crear un guion musical. Tiene un significado que debe ser entendido por el espectador, aunque pueda llegar a cambiar, asume responsabilidades narrativas y existe para representar algo importante en forma de música: un personaje (o más de uno) un concepto o cualquier elemento que deba ser definido. Si no se entiende lo que representa o significa, su función será inútil.
Entre los temas centrales puede existir la figura del contratema:
El contratema es un tema central, y como tal sirve para concretar algo en forma de música, pero su principal razón de ser es la de contradecir u oponerse a otro tema central.
Por razones de operatividad su número debe ser limitado.
Los temas llamados secundarios no tienen la misma relevancia, aunque sean más veces empleados, pues no tienen responsabilidad narrativa, no asumen implicación o significado que deba ser entendido por el espectador y, porque no definen nada, puede haber tantos como se necesiten, sin límite alguno en su cantidad, pues su utilidad es circunstancial.
Es el que acompaña los títulos de crédito iniciales de la película, pero no es necesariamente el que abre el filme o el que suena primero. Sus tres grandes funciones posibles son:
Es el que cierra la película, pero no necesariamente el último que suena. Se corresponde a la música que acompaña los créditos finales.
Su importancia es primordial, pues es el que cierra la película y puede contribuir no solo a dar al conjunto del filme coherencia estilística sino también resolver algunas cuestiones dramáticas.
La sumisión de un tema a otro, de su inserción en el seno de otro, que asume una posición en principio dominante:
La música en las películas no sólo se constituye de temas, también hay espacio para los fragmentos: un sonido de flauta, unos acordes de guitarra o un golpe de efecto orquestal satisfacen necesidades concretas. Tres tipos:
El motivo musical es también un fragmento, pero tiene en sí la suficiente entidad para poder ser reconocido.