Quinta entrega de esta serie personal en la que explicamos sin orden de preferencia cuáles son, a juicio de Conrado Xalabarder, las mejores bandas sonoras de la Historia.
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5.- CLOSE ENCOUNTERS OF THE THIRD KIND (Steven Spielberg, 1977). Música: John Williams
45 años han pasado desde 1977 y 45 años después la abrumadora mayoría de la gente conoce la película y música de Star Wars: Episode IV - A New Hope. 45 años han pasado desde 1977 y 45 años después la abrumadora mayoría de la gente no conoce la película y música de Close Encounters of the Third Kind. No me refiero a quienes son aficionados a la música de cine, obviamente, sino al público general y también (dolorosamente) a las últimas generaciones, las más jóvenes. Hablo desde el conocimiento de causa: en los muchos años que llevo dando clases, conferencias, Universidades, etc siempre comento la película de Spielberg y quienes saben de ella son una absoluta minoría (a veces, incluso nadie entre los asistentes); de la película de George Lucas, absolutamente todo el mundo la conoce. Y durante todos estos años he tenido a varios miles de personas escuchándome.
A pesar de que el filme de Spielberg fue un gran éxito en su momento, muchas otras películas del director se han ido estrenando y, de alguna manera, han solapado y hasta relegado al olvido a esta, en tanto Star Wars fue el comienzo de una saga y de una leyenda que tiene en 1977 el punto de referencia inexcusable. En lo musical, a nadie se le escapa que lo que hizo John Williams en el filme de Lucas fue popular y muy accesible al gran público, con sus variadas melodías tan emocionales y retentivas, en tanto la de Close Encounters... es una música más compleja, sofisticada, difícil, críptica...
Yo creo (es mi sola opinión) que la banda sonora de Close Encounters of the Third Kind es mucho más interesante que la de Star Wars: Episode IV - A New Hope, que por supuesto es maravillosa, y diré más: la de Close Encounters... me parece la mejor creación para el cine hecha por John Williams, la más inteligente, la más compleja y en algunos aspectos también la más hermosa. Todo el mundo conoce las músicas de Star Wars, merecida y afortunadamente, pero hay que hacer mucha didáctica entre las nuevas generaciones para recuperar y reivindicar esta joya con la que Williams nos puso en contacto con los extraterrestres.
Hace unos años hice un vídeo para Lecciones de Música de Cine, que adjunto aquí, donde me centré únicamente en uno de los temas centrales de la banda sonora, el que llamo el tema de la atracción, la música que lleva a personajes y espectadores hasta el lugar donde tendrá lugar el encuentro: la montaña. Es un tema misterioso, atrayente, magnético, que de algún modo nos hipnotiza y nos obliga a seguir expectantes su rastro. Una absoluta maravilla.
En los próximos meses regresaré a esta película y completaré el análisis detallando lo que sucede con los otros temas, porque otra de sus grandezas es cómo los temas interactúan, dialogan y se enfrentan entre sí. Está el tema de los militares, rígido y monolítico, que funciona como contratema tanto del tema de la atracción (o de la montaña, como se prefiera) como del tema principal, el de la comunicación. Persigue a ambos, pretende imponerse a ellos, cortarles el paso...
El tema principal, el de la comunicación, es un prodigio y una evidencia de cuán inteligente puede llegar a ser la música de cine: unas cuantas notas, asépticas, puramente programadas, matemáticas, racionales... que acaban llegando a ser el germen de un increíble y arrollador poema sinfónico de celebración por los regalos que nos trae el Universo. Una evolución y desarrollo desde un simple motivo que lo sublima todo. Luego están las músicas que pululan por algunas escenas, especialmente al principio de la película, y que sirven para crear una impresión de incerteza, de misterio, de ¿qué se está gestando en mi propia casa?, entendido casa como lugar, ciudad, país, Planeta... y por supuesto está el When You Wish Upon a Star de Pinocchio (40), canción que aquí va más allá de una mera referencia al recuerdo colectivo de infancia y se adentra en una hermosísima metáfora sobre la vuelta a la inocencia.
La banda sonora de Close Encounters of The Third Kind rompió el molde con el que fue hecha: han habido muchos moldes similares al de Star Wars pero ninguno siquiera similar al de la película de Spielberg. Que hayan pasado 45 años y casi no sea conocida nos obliga a explicarles a quienes quieran escuchar que es una de las mayores aportaciones no solo a la música de cine sino al propio cine como arte.
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