Usuario: Mikel C.G Siw
Fecha de publicación: 09.07.2020
Vayamos por partes:
Primero; RIP maestro.
Segundo; vídeo histórico, auténtico, cercano.
Tercero; mi discrepancia. Y es que no estoy para nada de acuerdo con Conrado en eso de que “Misión A Marte” es fallida y no encuentra su sitio (¿eh?). Quizás es hora de que repaséis esta notable película aquellos que no la tenéis fresca; porque Morricone está aquí esplendoroso, vital e infinito. Estas palabras de Conrado en el vídeo me chocan aún más teniendo en cuenta que el gurú le da un 8 en la web y su reseña es realmente certera. Entonces, ¿por qué decir ahora eso de que “no encuentra su sitio”? Es triste oírlo. Para mí “Misión A Marte” es una de las cinco mejores bandas sonoras de Ennio en suelo norteamericano, musical, dramática y narrativamente. Un recital de elegancia; con música comprometida e intensa, absolutamente sublime de principio a fin. Habla del amor, la pérdida o la eternidad a través de un discurso pletórico que alcanza momentos de éxtasis. Es una banda sonora extremadamente sabrosa y completa; impecable en todos los matices y lecturas que aporta a la película e irremplazable en el disco. Este era ya un álbum esencial y trascendental en mi colección. Pero ahora, con la marcha del maestro, se eleva a un grado celestial.
Aunque sé que muchos tendréis un claro compositor favorito, permitidme que para mí no sea así. Mi particular pasión por las bandas sonoras me impide elegir a uno en concreto. Si acaso habrá varios favoritos y, además, por etapas, pues no es lo mismo, por ejemplo, hablar de la música en tiempos de Herrmann que hacerlo pensando en el presente. Yo siempre hablo de “mis favoritos”, no de “mi favorito”. En cualquier caso, Morricone está entre los más grandes compositores de la historia de la humanidad, no solo del séptimo arte. ¿O acaso alguien lo duda? Pienso, con todos mis respetos, que hay que ser un resentido para negar la habilidad purificadora del maestro romano y su insondable aportación al cine.
En fin, colegas, este 6 de julio murió una pequeñita parte de todos nosotros, la que se ha ido con él, porque nos marcó mucho, porque nos ha hecho mejores, porque sin la inspiración que proporciona su música no habría resplandor en la vida. Se cierra un círculo, dolorosamente es así; pero la aventura no termina aquí. Porque el espíritu no muere ni la música tampoco. Nos veremos en la eternidad.