Nos comenta Álvaro Gil:

Muchas veces cuando veo documentales sobre animales me molesta que haya música en exceso, aunque haga bonito el documental. No sé si es contraproducente o no. La idea del documental imagino es mostrar al espectador la vida animal, tal y como es, y yo no me imagino en la sabana viendo cómo las hienas derriban a una cebra con música sinfónica acompañando.

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Muchas gracias, Álvaro. Antes de que leer mi respuesta, pido a todos que vean, con calma y en tamaño grande, este vídeo que adjunto. Dura 7 minutos y relata lo que vendría a ser un día bullicioso donde transcurren muchas pequeñas historias.

Si ya lo habéis visto, la pregunta que hago es la esperada: ¿Qué música pondríais? ¿Realmente le pondríais música? ¿Para qué? ¿Qué es lo que mejoraría? ¿Qué explicaría de más?

Yo creo que todos estaréis de acuerdo (y si hay discrepancias, compartid vuestro parecer) que esta escena tan fabulosamente guionizada por la Naturaleza no necesita música, porque se explica perfectamente bien por sí misma, sin que haga falta ni una nota. Es en sí misma monumental, intensa y dramática. ¿Qué aportaría la música? Algunos de los ñues y cebras logran pasar a la otra orilla, unos con facilidad y otros con mucha dificultad. Algunos se colapsan y embarrancan, otros se ahogan, otros son atacados por cocodrilos... y todo en una escena colectiva donde todo ocurre simultáneamente, con una normalidad y naturalidad absoluta. ¿Focalizaremos la música para advertir del peligro del cocodrilo? (cuando probablemente el barro cause más muertes). ¿Enfatizaremos lo dramático?, ¿expresaremos desolación?.... ¿para qué necesitamos la música?.

La música es una creación humana que expresa emociones humanas y que en el medio audiovisual incorpora esa dimensión y la traslada a los espectadores. Aplicada sobre animales contribuye a humanizarlos. No existe música en el reino animal, los animales no viven, cazan o sienten a través de la música, pero cuando se les aplica música, se le atribuye emociones o sentimientos humanos para que, de esta manera, los espectadores sientan emociones humanas aplicadas sobre animales. Es una de las muchas licencias que se permite hacer con la música, algo aceptado y no cuestionado.

De todos modos, hay una diferencia considerable según dónde se ubique la cámara musical, en el interior o en el exterior de los animales. En el primer caso la música estaría intentando interpretar las emociones de los animales (angustia, ternura, furia) desde una perspectiva humana. En el segundo caso, la música es más una voz en off del director que marca cómo quiere que el espectador contemple esa escena, pero la música es en este caso ajena al reino animal.

Es asumible y aceptable que los animales puedan tener música para que el espectador interprete en clave humana lo que pueden estar sintiendo, aunque sea falso e inconsistente científicamente. Pero es asumible y es aceptable, como lo es en el caso de los dibujos animados o las fantasías varias (monstruos, extraterrestres, o hasta plantas o electrodomésticos). Porque de lo contrario todos ellos, en el cine, perderían mucha vida. Es asumible y es aceptable, pero hay veces que lo que explica la Naturaleza y han podido captar las cámaras es tan expresivo que poner música sería trivializarlo, como es el caso del vídeo que he compartido.