Crónica de Ignacio Marqués Cuadra

Ayer dio comienzo en la ciudad de Málaga la primera edición de MOSMA (Movie Score Málaga) en el que, tras siete ediciones previas del Festival de Música de Cine en la ciudad de Úbeda y otras tres ediciones en Córdoba, el espíritu original del festival sigue dando continuidad en este nuevo evento capaz de unir a aficionados de la música de cine y compositores de todo el mundo, esta vez en un nuevo escenario que se ajusta perfectamente a las necesidades de un encuentro como este.

La inauguración de MOSMA se realizó -como no podía ser de otra manera- con un concierto bastante extenso (duró cerca de dos horas) que rindió tributo al compositor Michael Kamen, allecido en 2003, que abarcó un buen número de sus obras más representativas y queridas por los aficionados. Cabe destacar que el concierto estuvo producido por la propia familia Kamen, y entre el público estaba la viuda del compositor.

El lugar donde la Orquesta Filarmónica de Málaga (una de las más veteranas y comprometidas con la música de cine) interpretó las piezas del apreciado compositor neoyorquino fue el Teatro Cervantes, el espacio escénico más importante de la ciudad pues, además de ser la sede principal del Festival de cine de Málaga, es donde la OFM suele realizar los grandes conciertos sinfónicos (principalmente de música clásica). Es posiblemente el lugar más apropiado de la ciudad para acoger este tipo de eventos pues se trata del espacio escénico más antiguo de la ciudad (con casi ciento cincuenta años de historia) y por su arquitectura, decoración y antigüedad siempre hace muy acogedora la velada. Aún sin ser un teatro de gran aforo, los espectadores solo ocuparon el patio de butacas y palcos de planta baja, y aún así quedó aproximadamente un 30% de butacas vacías, luego estuvo lejos de llenarse completamente pero para tratarse del primer concierto el número de asistentes fue probablemente aceptable.

El director musical del festival, Arturo Díez Boscovich, dio comienzo al concierto con la espectacular fanfarria que él mismo ha compuesto para MOSMA, y acto seguido empezó el repertorio de Kamen con el fragmento  Training Montage de la banda sonora de Highlander (86), una de las obras más queridas del compositor que precisamente cumplía este año su trigésimo aniversario y por ello fue la pieza que abrió este concierto-homenaje.

En este punto, el director se dirigió al público para dar la bienvenida y decir unas palabras sobre el compositor para que acto seguido le tomara el relevo el director de orquesta Pablo Urbina, que proseguiría dirigiendo el resto del concierto. La siguiente pieza fue la magnífica Donna Anna de la obra Don Juan DeMarco (95), que abriría paso al bloque de acción con varios de fragmentos de Licence to Kill (89), de la serie From the Earth to the Moon (98), seguidos por uno de los momentos más espectaculares del concierto con dos piezas de Die Hard (88) y otras dos de Lethal Weapon (87), donde la orquesta supo transmitir esa intensidad y frenetismo que las caracterizan.

Cerrando ya el bloque de acción, fue con la fuerza sinfónica y melódica de Mr. Holland’s Opus (95) el mejor modo de no hacer decaer el clímax en el que se hallaba el concierto. En este punto, el director de orquesta hizo una pausa para dirigirse nuevamente al público, momento en el que entró el director del festival, Juan Antonio Vigar, para entregar a la señora Kamen un premio honorífico que agradeció con unas breves palabras sobre el compositor, y añadió que “su vida era una banda sonora”. No menos anecdótico fue cuando el director Pablo Urbina confesó que estaba dirigiendo con la misma batuta y chaqueta con las que el propio Kamen solía dirigir sus obras, por cortesía de la familia Kamen.

Entrando en la segunda mitad del concierto, se prosiguió con el bloque de comedia interpretando segmentos de Jack (96) y 101 Dalmatians (96), que quizá fue la parte menos destacable del concierto tras el poderío sinfónico del bloque de acción y la magnífica pieza de Mr. Holland’s Opus. Sin embargo, de aquí al final todo iría in crescendo, empezando por una extensa suite de The Adventures of Baron Muchhausen (89), que según palabras del propio director era la primera vez que esta obra se interpretaba en concierto. De la riqueza sinfónica de esta excelente obra se pasó a la peculiar e interesante Edge of Darkness (86), guitarra eléctrica incluida, que por la respuesta del público al finalizar fue sin duda una de las piezas más destacadas.

Y como no podía ser de otra manera, el cierre del concierto se llevó a cabo con varios fragmentos de una de las mejores obras del compositor, Robin Hood: Prince of Thieves (91), que por otro lado es quizá la obra de Kamen que más veces se ha interpretado en otros conciertos, no obstante era una obra que no podía faltar en un homenaje a Kamen. Con unas últimas palabras del director y un par de piezas adicionales, entre las que destacó la bella y dramática música de Band of Brothers (01), terminó este notable concierto de apertura de MOSMA con caras de satisfacción entre el público. Como concierto homenaje a un compositor con una trayectoria de tan notables obras como Michael Kamen sin duda el repertorio ha sido variado y ha estado a la altura de lo que se esperaba de él, tanto a nivel musical como a nivel de programación, que en todo caso quizá podría haber sido algo más dinámico pero que considerado como lo que es, un concierto de música para cine en su sentido más tradicional, sin duda ha sido una función de calidad y de altura, que abre con muy buen nivel y entusiasmo este MOSMA.

El sábado será el concierto de clausura, que con seguridad contará con una mayor asistencia por ser fin de semana, pero también por contar con la participación de un buen número de compositores de renombre (como Roque Baños, Pino Donaggio, Federico Jusid, Jan Kaczmarek, Craig Armstrong o Sean Callery) y un programa muy extenso y variado que recogerá muchas de las obras más destacadas de cada uno de ellos, y donde también se hará la entrega de los MOSMA Awards.

Allí estaremos para comunicaros nuestras impresiones.

Nota del concierto: 8/10