Usuario: Ángel González
Fecha de publicación: 22.01.2023
He visto Whiplash dos veces y en ambas ocasiones se me ha pasado por alto que la música que toca Fletcher al piano es una variación del tema que definís como principal. Qué gran hallazgo. Lo cierto es que con el tándem Chazelle-Hurwitz ya me ocurrió algo similar con La-la-Land.
Whiplash me encanta, con sus exageraciones, y quizás gracias a ellas. Tratar el virtuosismo como perfección musical no tiene mucha base, pero sí es una imagen tremendamente poderosa de lo que pretende mostrar la película: el perfeccionismo como rasgo humano. Y ahí Chazelle se mueve como pez en el agua, como también demostró en La-la-Land, y es que presenta una historia de superación personal (o de relación sentimental en el caso de La-la-Land) mientras habla de los “peros” de la búsqueda del éxito profesional por encima de todo.
En primer lugar me gustaría opinar brevemente sobre el papel de la música preexistente en Whiplash. Yo tengo dudas de que Caravan tenga un papel narrativo real en la historia. La película se plantea como una guerra feroz (incluso de modo más o menos explícito en el propio guion literario) que parece entre profesor y discípulo, pero que acaba siendo una guerra contra uno mismo pero eliminando cualquier obstáculo (personas incluídas) de su camino llegar a la meta. Bueno, salvo en la primera actuación final donde Fletcher arriesga su “perfección musical” proponiendo un escarnio público de Neiman. Ahí sí parece que hay guerra abierta entre ambos. Quizás sea lo más extraño de todo y para mí el único pero de la formidable película.
Hay muchos rasgos que comparten Neiman y Fletcher. El control sobre la música que se toca en el filme es algo que desean ambos, cada uno a su manera. Fletcher creo recordar que lo mantiene en solitario siempre excepto en dos momentos: en la escena inicial y en la irrupción final de Neiman para tocar Caravan, e incluso en esos casos la aprobación de Fletcher implica que ambos están pensando que llevan el control a su manera. Lo de Caravan es cierto que es especial porque esa música la controlaba abiertamente Fletcher, y es un ejemplo más de que ambos están cortados por el mismo patrón y Neiman es un trasunto joven de él mismo.
En otro orden de cosas, al hilo de esta revisión de Whiplash me vienen a la cabeza dos reflexiones recurrentes: la primera, la importancia de -al menos- un segundo visionado para la valoración más adecuada de una banda sonora; la segunda, ¿es adecuada una banda sonora cuya arquitectura sea intachable, pero que no logra ser bien comunicada? Intentaré explicarme a continuación.
Respecto a lo primero, el hecho de volver a ver la película, serie, etc. permite partir de un conocimiento previo del total y ver de qué modo encajan determinadas piezas. Y por eso es tan rico este arte de las bandas sonoras, porque hay distintos niveles de percepción y estudio, y una segunda “lectura” puede desentrañar aportes importantísimos. En mi segunda revisión de Oldboy detecté con asombro la presencia del tema de Woo-Jin (el vals de la célebre escena del ascensor) en un par de músicas diegéticas brevísimas y que dejaba claro quién estaba detrás de todo. O más recientemente, tras ver por segunda vez La casa brucciata me quedé impactado al descubrir un porqué a la aparente incongruencia musical de la aplicación del tema principal a lo largo del filme. Ese “Eureka” que se logra al atar cabos es una maravilla, porque te permite tener tu propia interpretación fundada en hechos. Felicidades y gracias por este “Eureka” en Whiplash.
Pero esto me lleva a la segunda reflexión: ¿es adecuada una banda sonora cuya arquitectura sea intachable, pero que no logra ser bien comunicada? Desentrañar la relación musical entre el tema de Halbrand y el de Sauron en la maravillosa The rings of power es un hallazgo excelente, pero personalmente no creo que tenga influencia en la comunicación final de la película. A nivel de estudio de la banda sonora es estupendo. A nivel de coherencia estilística y narrativa es espectacular. Pero creo que está tan oculto que no suma comunicativamente a la serie. Sí suma el ostinato de Sauron en el tema de Galadriel. Bueno, todo esto es opinable y hasta yo mismo voy oscilando en mi criterio. Resumiendo: me chiflan esas conexiones, pero temo que algunas sean tan poco perceptibles que sean “invisibles” funcionalmente.
¿En Whiplash son invisibles? Para mí ahora ya no, pero tampoco creo que sean muy evidentes ni claras. En realidad, una vez visto el análisis, mi visión es un tanto alternativa a la dada. Opino que el tema principal es de Fletcher y de Neiman, pero desde el principio: son clones en su búsqueda de la perfección. No considero que haya sido de Fletcher, lo reciba Neiman y al final lo compartan. Eso sí, saber que Fletcher toca ese tema cuando parecía que era de Neiman, es un hallazgo magnífico. Y creo esto porque la última vez que suena el tema, en la casi retirada de Neiman, pienso que el tema surge solo de Neiman (no me tiene mucho sentido que surja también de Fletcher justo después de vengarse de Neiman; no parece que sienta decepción o fracaso).