Compartimos un simpático documento: el cortometraje dirigido por D.W. Griffith en 1909 Those Awful Hats, protagonizado por, entre otros, Mack Sennett, Flora Finch y Linda Avirdson. Es una comedia que sirve para denunciar el uso de sombreros grandes en la por entonces incipientes salas de cine. Se cree que es uno de los primeros, si no el primero, anuncio de servicio público teatral. Se decía a las señoras que se quitaran el sombrero en el cine o en los nickelodeones, o se enfrentaban a la expulsión.
La película utilizó el proceso Dunning-Pomeroy Matte, uno de los primeros predecesores de la proyección azul. En tiempo real muestra dos acciones: lo que acontece en la sala donde se proyecta la película, con su pianista, y lo que sucede en esa película que se proyecta. Es probable que sea también la primera ocasión que se mostró el modo en cómo se acompañaban musicalmente las películas.
La música de esta copia del cortometraje quizás no sea la del corto original, aunque parece lógico suponer que en su exhibición en 1909 habría un pianista marcando la película. Sea la música original o no, crea un triple efecto muy curioso que casi con completa certeza fue la primera vez que se hizo algo así: la música del piano podría ser la que toca el pianista para la proyección, ser externa al filme y enfatizar lo que sucede en el teatro (y entonces el pianista del cortometraje se silencia) o incluso representar que el pianista está tocando su música tanto para la ficción como para la realidad que le rodea. Sea lo que sea es un espléndido ejemplo de la importancia y la presencia de la música en el cine.