Adaptación de la novela de Charlotte Brönte sobre una institutriz que presta sus servicios en una tenebrosa mansión
Partitura considerada por el compositor como su primera "ópera cinematográfica", en tanto la música está presente en todo momento en el filme, resaltando los aspectos psicológicos de este gótico drama. Resuelta en base a tres motivos melódicos: en primer lugar, un tema de amor para los dos protagonistas, no exento de cierta tristeza; en segundo lugar, una melodía dedicada a la protagonista, en la que se resalta la fragilidad y sencillez de su carácter; en tercer lugar, un tema destinado al aspecto misterioso, enigmático y teatral del personaje del dueño de la mansión, de carácter netamente wagneriano.
El compositor inicialmente previsto por el productor del filme, Darryl F. Zanuck, era Igor Stravinski, que rechazó el proyecto. Herrmann estaba ansioso por hacerlo y escribió a su esposa una carta en la que decía que: "no tengo oportunidad alguna de hacer esa banda sonora, pues estoy seguro que Alfred Newman (jefe del Departamento Musical de la 20Th Century-Fox) antes dimitiría de su cargo que dejármela hacer". Quien le pidió que la hiciera fue, precisamente, Newman. Esta banda sonora se complementa con la de Laura (44), de David Raksin.