Comedia sobre los avatares de un grupo de arqueólogos que han robado unas piezas de gran valor.
El compositor aplica una peculiar y elaborada música que estructura en base a diversos temas con diferentes finalidades: música de suspense, percusiva, característica de su estilo; temas dramáticos y momentos casi satánicos, con un siniestro recitado. En su conjunto busca y logra un tono grotesco y oscuro.