Usuario: (manu) Manuel Monteagudo Lopez
Fecha de publicación: 14.10.2017
una cinta de terror la mar de efectiva, que supera con mucha facilidad a su predecesora Annabelle y que no decepciona en absoluto a los amantes del cine de terror,pese a que tampoco es ofrezca muchas novedades respecto al género. Es en la efectividad de todo el conjunto donde mas destaca la producción, pues resulta harto entretenida, con los tópicos repartidos a lo largo y ancho del film, pero bien expuestos, y con un manejo de la tensión bastante aceptable que consigue algún que otro sobresalto acertado. Un producto digno que no decepciona, que da al espectador lo que va buscando, y no es mas que pasar un buen mal rato con una puesta en escena algo mejor de lo que se suele ver en este tipo de películas (aunque no alcance la calidad del díptico The Conjuring de James Wan)
Respecto a la banda sonora de Benjamin Wallfisch, cogiendo el testigo de Joseph Bishara, sigue unas pautas muy similares a las que creo que el compositor previo. Y esto es crear una conexión emocional con la familia (en este caso, un grupo de huérfanas) para así crear un vínculo fuerte que pueda enfrentarse al mal indefinido que plantea la música (y que, aquí si, sigue las pautas de Bishara). La dualidad funciona, aunque en este caso resulta mas melódica la composición que la anterior entrega, aprovechando los momentos dramáticos, e incluso el misterio, para desarrollar la composición con cierta soltura que dotan de cierta solidez al trabajo final. En ese sentido, resulta algo mas tradicional, sin que por ello deje de funcionar, ya que precisamente, es en ese momentos donde consigue rescatar algunas de sus escenas, aportando la emotividad necesaria (como aquellos momentos en los que la música fortalece la amistad entre las dos huérfanas).
Respecto a la parte del mal, tampoco hay mucha novedad respecto al trabajo que hizo previamente Joseph Bishara, aunque cabría destacar que Wallfisch ofrece mas rotundidad y contundencia a alguna secuencia (véase el momento de la silla transportadora), quizá para añadirle mas nervio narrativo.También me gustaría destacar que, a pesar de algún que otro golpe de efecto musical propio del género, el uso del silencio resulta mas destacado de lo habitual, y sabe medir en qué escenas debe ir incluida la música y en cuales no (algo que no ocurría con otra película en la que ha participado el mismo compositor...IT), lo que se agradece sobremanera para no resultar cansina y agotadora.
Desde luego, Benjamin Wallfisch se esta prodigando en este género, ya que en un año nos ha regalado tres composiciones de terror que están por encima de la media de lo que suele aportar este tipo de cine (esta Annabelle Creation, It y La Cura del Bienestar...esta última la mejor de todas ellas, sin duda). Esperemos que siga por ese camino y que siga encontrando nuevas fórmulas que den musicalidad al horror, pues es de los pocos que sabe crear un contraste de luz y oscuridad de lo mas efectivo sin que el resultado se le vaya de las manos (el único caso que encuentro aquí es el de IT...pero mas por las decisiones de su director que del compositor, sin duda alguna). Con esta Annabelle Creation ha conseguido proseguir el trabajo del compositor previo sin faltarle al respecto y manteniéndosee fiel a si mismo...algo difícil en estos tiempos y que, desde luego, se merece una valoración mas que correcta.