A finales del siglo XIX, en pleno mes de agosto, un hombre acude a visitar a su hija acompañado de su segunda esposa. La llegada de ambos altera la vida de la joven.
Bella y sencilla partitura dramática y romántica, de tono clásico y evocador. Se destaca por el elegante empleo del piano (tocado por el propio actor/director/compositor) y la armónica.