Secuela de Blade (98), en la que una extraña mutación que ha acontecido en el entorno de la comunidad vampira hace que su sed de sangre sea tan insaciable que se ataquen los unos a los otros, así como provocan casi la extinción de la Humanidad.
Enérgica partitura de contundentes melodías que aderezan la acción de la película y le dan el adecuado tono catastrofista, casi apocalíptico, y con un color oscuro y denso.