Pletórico trabajo de un Morricone inspiradísimo, romántico y bello como nadie es capaz de conseguir en este momento. Un portentoso trabajo que se sustenta en la labor de las cuerdas, aunque el piano, voces y viento las apoyan ocasionalmente, que alcanza sus mas altas cotas de complejidad y emoción en las múltiples interpretaciones solistas del violín. Y es que parece que Canone Inverso es la particular declaración de amor de Morricone a este instrumento de vital importancia en el film al ser el protagonista un violinista profesional. De esta forma Morricone se permite dividir su trabajo entre la música dramática que acompaña al protagonista y los temas que interpreta en la orquesta en la que trabaja. Es impresionante el nivel de virtuosismo musical que demuestra el compositor italiano, capaz de acallar a cualquiera que siga manteniendo que Morricone es un buen melodista pero un compositor mediocre. Ademas hace gala de una considerable variedad de temas distintos y de suntuosas variaciones de los temas centrales que elevan este trabajo como una obra maestra absoluta y una de las mas sobresalientes del compositor. Y si alguien no se lo cree, que escuche (en el DVD si es posible) la alucinante suite de 14 min que interpretó en su concierto de Munich en el 2004 y luego se atreva a negarlo. Imprescindible.