Dos matrimonios que planean ir a pasar unos días de camping a bordo de una caravana, presencian e interrumpen un ritual satánico. Una vez denunciados los hechos al sheriff, que no les hace ningún caso, son perseguidos por los esbirros del diablo.
El compositor aplica una partitura que comienza divertida y ligera, desenfadada, aplicada desde la perspectiva de los protagonistas antes del fatal encuentro. A partir de este, la música cambia y entra en terrenos de misterio, de amenaza y de terror, con música en momentos experimental y atonal, con un adecuado tono macabro. Se acompaña de Making Love (82)