Cuando un hombre que va a África en busca de una mina de diamantes desaparece, un grupo intenta dar con él, descubriendo a una comunidad de simios organizada, similar a los orígenes de la Humanidad.
El compositor recurre a instrumentación, melodías y coros que evocan las tierras africanas, con percusiones, sintetizador y orquesta sinfónica. Intenta dar solemnidad y majestuosidad al conjunto, cierta grandilocuencia y sentido épico, pero la ridiculez de la propia película arrastra su labor.