Los problemas raciales en una pequeña población del Sur americano cuando se comete un misterioso crimen y un policía negro se encarga de la investigación.
Para la ambientación de la película, el compositor escribió una partitura sustentada en jazz, blues, soul y también pop. Con esa mezcla contribuyó a recrear un entorno sureño, pero también moderno, en un símil de la llegada de un personaje urbano (el policía) a una comunidad tradicional. Se complementa con la banda sonora de They Call Me Mr. Tibbs! (70).