Un veterano guardaespaldas debe enfrentarse a un psicópata que amenaza con atentar contra el presidente de Estados Unidos. Un caso más de locura si no fuera por un hecho singular, y es que el guardaespaldas tiene un serio problema de conciencia: no pudo evitar en su momento la muerte de Kennedy... y él era uno de sus protectores.
Partitura en la que el compositor aplica un contundente y efectista tema principal, a modo de amenaza implícita, que se repite a lo largo del metraje con mayor o menor fuerza en las percusiones. Lo contrasta con una bella melodía intimista que aplica para reforzar el sentimiento de indefensión y soledad del personaje protagonista en su enfrentamiento al villano, así como para las escenas románticas.