Las experiencias de un grupo de militares norteamericanos especializados en la desactivación de minas, en Irak.
Árida partitura en la que ambos compositores aplican una música ambiental, densa, sustancialmente electrónica y ajena a cualquier tipo de emoción, salvo en la parte final. La razón es clara: esta es la música de la arena y el polvo, del desconcierto y de la lejanía, que no apoya a los personajes sino que los aisla, recreando un entorno alienado y alienante. Notable el uso de instrumentos acústicos.