El mundo del teatro neoyorquino con los conflictos entre una actriz en la cumbre de su carrera y una aspirante que no dudará en pisotear y traicionar a quien se interponga en su camino.
La abundancia de diálogos impuso la presencia de muy poca música en el filme, pero la que hubo sirvió para arropar con delicadeza algunas de las secuencias y personajes. El compositor solemnizó el mundo del teatro con una fanfarria y lo complementó con melodías intimistas. Se acompaña de la banda sonora de Leave Her to Heaven (45).