Basado en los hechos reales de un asesino en serie ruso que mató y devoró a más de cincuenta niños en la antigua Unión Soviética.
Banda sonora ambiental que, lejos de hacer una descripción del horror, se decanta por un tono lírico y dramático, aplicando música cercana al new age, moderna, también dramática. Incluye voces solistas y el entorno general es de cuidada belleza. Hay piezas con música electrónica, esta sí dedicada a realzar las turbulencias mentales del asesino.