Nueva versión del relato del compositor recluido en los subterráneos de la Ópera parisina a finales del XIX, que confía convertir en estrella a una bella muchacha, matando a cuantos se interfieren en sus planes.
Elaborada y algo críptica partitura que el compositor sustentó en dos grandes bloques temáticos: en primer lugar, una música de desaforado y hermoso romanticismo, aplicado a la muchacha y a la visión que de ella tiene el protagonista, y que alcanza momentos sublimes con la intervención de los coros; en segundo lugar, melodías de cariz siniestro e inquietante, para la descripción tanto del horror provocado como del sufrimiento del personaje.