Nueva secuela de Jaws (75), aquí con dos tiburones blancos que amenazan un parque acuático y a sus clientes.
Inocua e insignificante creación donde el compositor utiliza la inevitable referencia musical de John Williams y luego aporta de su propia cosecha deslabazados temas de suspense, un fláccido tema romántico y temas ambientales. Sin mayor interés.