Adaptación de dos relatos de Henry James, en el que un hombre vive dedicado a la devoción por los muertos, de los que guarda recuerdos y retratos en una capilla. Una joven que comparte sus sentimientos le sigue en esa dedicación, pero cuando él descubre que ella guarda luto por un hombre al que odiaba, decide reunirse con sus queridos difuntos.
Último filme en el que el director incluyó música pre-existente del compositor. La música fue el solemne y dramático "Concert flamand" (38), cuyo aire funerario resultó adecuado. Como curiosidad, uno de los retratos que cuelgan en la pared de la capilla de la película es el del compositor. Se incluye, junto con otras bandas sonoras, en el recopilatorio Bandes Originales des films de François Truffaut. Vol. 3 (93).