Tercera entrega de la saga iniciada en Dirty Harry (71), en la que el policía protagonista se enfrenta a una organización terrorista compuesta por veteranos de la guerra de Vietnam.
Aunque nuevo en la saga, el compositor se mantiene fiel a los postulados que presentara previamente Lalo Schifrin, aunque añadiendo algo de su cosecha. Renuncia, por ejemplo, a aplicar el famoso tema principal y se decanta por una cálida música que fusiona el funky y el jazz, junto a eficientes temas de acción y momentos románticos