Segunda entrega de la saga iniciada en Harry Potter and the Philosopher’s Stone (01), en la que el protagonista está en su segundo curso en la escuela de brujería. Se suceden una serie de extraños hechos que le llevan a investigar una misteriosa cámara secreta.
En este segundo filme de Harry Potter, y por primera vez en casi 30 años, John Williams comparte créditos con otro compositor, lo que no deja de ser extraño. Se trata de una banda sonora muy conservadora y rutinaria que no evoluciona sobre lo aplicado en la anterior entrega, sino que se mantiene estática con solo unos pocos temas nuevos, en la misma línea estilística y con el empleo de la melodía principal que destacó en aquél filme.