Un hombre se ve involucrado en una espiral de violencia tras haberse enfrentado a dos individuos, y recuerda asimismo su relación pasada con un jefe de la mafia.
El compositor aplica dos niveles dramáticos en su música, que enfrenta: por una parte, música romántica, abierta, que aplica en el entorno del protagonista; por otra, música densa y opaca, violenta, que le sirve para reflejar la violencia y el caos en el que el protagonista se sumerge. En esta dualidad, el primer tipo de música se ve claramente afectada, incluso contaminada, por la segunda, que la transforma y modula. En su conjunto, una obra sencilla temariamente pero impecablemente desarrollada.