Usuario: EL B.S.O.
Fecha de publicación: 17.03.2014
Saludos. Soy nuevo en esta maravillosa página, y he pensado que mis primeros comentarios deberían ir dirigidos para las maravillosas partituras de Howard Shore para las películas de Tokien. Y he decidido empezar por La desolación de Smaug por ser la más reciente. La verdad, es que a mí me ha gustado mucho, pero muchísimo, se puede decir que fue un flechazo a primera vista. Desde la primera vez que escuche la primera nota, ya me enamoré de ella. Fue algo parecido a la comunidad del anillo, hace ya tantos años. Esta partitura es muy bella, a ratos frágil y sutil, pero a la vez es épica (véase My Armor Is Iron o el corte sobre Girion) y también es claramente más desenfadada y aventurera. Hay temas que es como subir en una montaña rusa (The Forest River), rocambolescos. Pero ante todo, es una partitura que cuenta con novedades y muchas, y todas ellas de calidad, innovadoras, adecuadas y entretenidas. Especial hincapié haría en resaltar el tema para Smaug, que como ya dijeron antes algunos, es hipnotizador. El uso de esos instrumentos orientales, muy adecuados por aquello de la tradición china con los dragones, es un acierto de Shore, como en las otras cuatro partituras, pero aquí especialmente, pues para mí es como si capturara esa sensación de que el dragón es un bicho repulsivo, un gusano malo y muy listo. Recuerdo que cuando leí el silmarillion, se hablaba de los dragones como si fueran bestias maestras en el ilusionismo, y este tema clava esa idea en mi opinión. Dejando al lado el tema del dragón, el resto de temas nuevos, enormes, como siempre: Tauriel, los elfos del bosque negro y la ciudad del Lago tienen nuevos motivos muy completos, épicos sin duda. Y los temas de acción, los mejores de base sinfónica de los últimos años, sin duda. A mí me parece mejor que Un Viaje Inesperado, más libre del señor de los anillos y más original. Dentro de unos meses, cuando ya podamos disfrutar de Partida y Regreso, no me cabe duda que Howard sen superará otra vez y completara un recorrido de seis películas único, insuperable, extraordinario y que no será sólo música, sino una experiencia que nos conducirá a lugares que no existen. Ese es el poder y será el poder de esta música y yo, y creo vosotros también, nos sentimos afortunados de haber encontrado en esta época difícil para la música de cine, con tanta innovación a veces dudosa en su \"calidad\", unas partituras de tal envergaduras. Sin duda, unas sinfonías de otra época. Bravo maestro.