En la Italia del Siglo XVII, un joven campesino que padece trastornos mentales ingresa en un monasterio, donde su conducta suscita, al principio, la desconfianza de compañeros y superiores hasta que ciertos fenómenos milagrosos convencen a todos de que es un santo.
Notable creación en la que el compositor supo fusionar lo desenfadado con lo místico y lo dramático, con su habitual elegancia. Su música, amplia y elaborada, fue muy explicativa e imbricada en la narración y dotó de gran fuerza evocadora al personaje protagonista.