Tercera entrega de Iron Man (08). Cuando su universo personal es destruido, el protagonista se embarca en la búsqueda del responsable, en un viaje que pondrá a prueba su entereza y en el que tendrá que sobrevivir por sus propios medios, confiando en su ingenio y su instinto.
Banda sonora sinfónica, épica y enfática, en la línea de las anteriores entregas. Algo más solvente que la que escribiera Ramin Djawadi para la primera, pero menos atrevida que la de John Debney para Iron Man 2 (10), se sitúa en un término medio, siendo en general una creación funcional, eficiente, con poderío melódico y suficientes dosis de adrenalina, que saca buen provecho de algunos de sus temas, de su tono marcial y aporta mucho dinamismo. Es más de lo de siempre, pero está bien hecho.