Adaptación de un relato de Ernest Hemingway sobre la decisión de un escultor de retirarse a vivir con sus hijos en una isla, donde permanecerán aislados y en la que surgirán conflictos con su ex-esposa.
El compositor escribió una partitura nostálgica, con una música evocativa y dramática de gran sencillez, que se centraba más en la figura del protagonista y sus hijos que no en los amplios paisajes donde transcurre la acción. Su intimismo y su poder descriptivo son sus principales bazas.