Cuando el padre de su hijo deja de aportarle dinero, una mujer se lo deja en la puerta de su casa, ante su desconcierto y el de su esposa.
El compositor deconstruye un tema aplicado para el joven muchacho protagonista, haciéndolo derivar de lo infantil, inocente, hacia terrenos mucho más dramáticos y sórdidos, quedando en cierta manera absorbido por una serie de temas disonantes. Se acompaña de Jiken (78) Yatsu haka-mura (77)