Fantasías árabes con el eterno relato del joven nativo que escapa del gran Sultán de Bagdad y entra de lleno en un mundo de leyendas, princesas y magias.
Sensacional partitura en la que el compositor mostró una vertiente melódica exótica y colorista. Dotada de apabullante frescura, magia y encanto, las fantasías árabes mostradas en la película encontraron exacta referencia en la partitura y su tema romántico es radiante.
Inicialmente, se pretendió ajustar los movimientos de los actores a la música, de forma coreográfica, pero los resultados fueron tan nefastos que se decidió que fuese el propio compositor quien siguiera a los personajes, dando lugar a escenas del todo memorables, como la danza de la estatua de plata, con la enérgica movilidad de sus seis terribles brazos, la persecución en el zoco o el galopar del caballo volador. Se acompaña de la banda sonora de The Jungle Book (42).