Un Presidente del Gobierno francés tiene un hijo ilegítimo con su amante. Su existencia se convertirá en un secreto de estado.
Los amantes de la elegancia y la charm tienen aquí otra de las muestras de lo que fue un compositor sensible pero nada sensiblero, emotivo pero en absoluto melodramático. La belleza de sus melodías, pinceladas aquí de un tono plácido y apacible, está encabezada por uno de los temas principales más radiantes de cuantos escribiera en la etapa final de su vida. A este tema se le suman otros similares, así como otros algo más dramáticos, conformando en su conjunto una banda sonora sencilla en su estructura pero imponente por su categoría musical.